Evaluación de la cartera de aplicaciones: 30 preguntas que debes responder

Una cartera de aplicaciones estructurada es un poderoso impulsor de la transformación y la innovación de su organización, y le ayuda a obtener una ventaja competitiva sobre sus rivales.

La optimización de la cartera de aplicaciones ayuda a reducir los costos y los requisitos de recursos en toda la TI y, por lo tanto, crea a la vez más espacio para la innovación. Minimizar la complejidad y, en consecuencia, el riesgo global de la cartera es lo que al final impulsa la transformación de su empresa. Se puede hacer en unos pocos pasos, y los primeros resultados se pueden lograr con poco esfuerzo.

Antes de comenzar, piense en un modelo contra el cual le gustaría validar sus aplicaciones después de la evaluación. Sugerimos Gartner’s® TIME model, un cuadrante de 2×2 que muestra las diferentes posibilidades de estrategia de inversión basadas en la aptitud de negocio y TI de las aplicaciones. El hito principal aquí es definir un conjunto de preguntas que le ayudarán a evaluar adecuadamente el nivel de aptitud de cada aplicación.

¿No está seguro de qué preguntas clave considerar? ¡Entonces siga leyendo esta publicación y aproveche nuestros 30 criterios de mejores prácticas para configurar su cartera de aplicaciones para el éxito a largo plazo!

Un proceso central es un proceso que aporta valor al cliente. Piensa en todos tus procesos o capacidades de nivel 1 de tu mapa de procesos/capacidades.

Algunas aplicaciones son simplemente un requisito para los procesos comunes, mientras que otras son únicas en sus capacidades y, como tales, pueden aportar algo nuevo, creando así una ventaja competitiva. ¿Es el caso de tus aplicaciones?

Piensa en las consecuencias que la pérdida o falla de la aplicación traería a tu organización, específicamente en términos de confidencialidad, disponibilidad o integridad.

¿La aplicación es importante para los usuarios clave y en qué medida?

Considera el grado de adecuación entre la funcionalidad admitida actualmente y los requisitos de tu negocio y las necesidades del proceso. ¿Hay una brecha funcional que necesitas cubrir?

Piensa en el grado en que las mejoras funcionales se cumplieron de manera oportuna, en relación con la cantidad de solicitudes de cambio.

Algunas aplicaciones son intuitivas y fáciles de usar desde el primer día. Otras requieren (algo) de práctica. ¿Cuál es el caso de tu aplicación?

Piensa en el proceso de acostumbrarse a esta aplicación. ¿Cómo calificarían tus empleados, colegas o tú mismo la facilidad de uso de esta aplicación? ¿El diseño de la interfaz es agradable a la vista y es lo suficientemente intuitivo?

Considera los siguientes aspectos: (1) integridad y confiabilidad de los datos, (2) calidad de los datos, (3) disponibilidad de los datos para empleados o clientes en cualquier momento.

Piensa en el nivel de intervención (manual) que necesitabas realizar para integrar la aplicación en toda tu organización.

Considera el entorno más amplio que rodea los procesos de negocio, incluidos los ajustes de la estrategia de negocio, las actualizaciones regulatorias y los impactos económicos, así como los cambios operativos.

¿Tu aplicación contribuye a obtener una ventaja competitiva o es simplemente una aplicación que realiza las tareas?

Si se necesita capacitación para usar la aplicación, ¿se proporciona? Y, ¿los recursos disponibles son suficientes para el uso exitoso de la aplicación?

Piensa si otras aplicaciones dependen de ciertos servicios o datos proporcionados por esta aplicación.

Trata de recopilar todos los costos de mantenimiento, reparación, etc. de la aplicación durante el último año fiscal.

Considera cómo el negocio y TI trabajan juntos para planificar, implementar y mantener la aplicación.

Piensa en la facilidad con la que se puede ajustar la integración para reflejar los procesos de negocio cambiantes; el grado en que las traducciones de datos, los adaptadores de tecnología y las interfaces están codificados dentro de la aplicación o abstraídos en los centros de integración.

Piensa en la aplicación del control de acceso, los problemas de privacidad, el cumplimiento normativo y cómo esos controles de seguridad afectan negativamente la accesibilidad, la usabilidad, la productividad y la eficacia del usuario.

¿Hay alguna solución para manejar la crisis y recuperar los datos o es la terminal de pérdida de datos?

Ten en cuenta la solidez de la aplicación para gestionar un gran volumen de transacciones o una actividad congestionada.

¿Es tu aplicación única y, de no ser así, es más valiosa que aquellas aplicaciones con las que se superpone?

Cada aplicación depende de alguna tecnología. Piense en la aplicación en cuestión. Está obsoleta la tecnología que la soporta?

Piensa en la exposición que puede ocurrir como resultado del uso de la aplicación.

Considera las consecuencias de actualizar la aplicación en cuestión. ¿En qué medida influye la actualización en las aplicaciones que se utilizan simultáneamente?

¿Puedes hacer uso de la tecnología Cloud mediante el uso de tu aplicación?

¿Cuántos PB, TB o GB de almacenamiento necesita esta aplicación?

Considera si la aplicación es compatible con la dirección arquitectónica de tu organización, como la arquitectura orientada a servicios, la gestión de procesos de negocio y la gestión de datos maestros.

¿Los cambios son fáciles o son difíciles y costosos? Considera también cómo de bien la aplicación maneja los nuevos requisitos.

¿El mantenimiento y manejo de la aplicación requiere algún costo de personal interno o externo adicional incurrido debido al conocimiento necesario?

¿Está al final de su vida útil y, por lo tanto, está perdiendo su valor para el negocio? ¿Naciendo y por lo tanto incluye la formulación del plan de negocios inicial? ¿Creciendo y por lo tanto implica mejora y personalización? ¿O en la madurez y por lo tanto está comenzando a estabilizar su valor?

Como siguiente paso, piensa en las posibles respuestas a estas preguntas y, asigna prioridad y posibles puntos a cada una de ellas. Luego, califica tus aplicaciones en consecuencia.

Una vez que hayas evaluado tanto la aptitud para el negocio como la aptitud para TI, puedes proceder con la asignación de una estrategia para cada uno de ellas. ¿Cómo? Suma la puntuación final de ambas aptitudes y decide si debes:

Aplicaciones con bajo valor para el negocio, pero alta calidad técnica. 

Aplicaciones con alto valor para el negocio y alta calidad técnica. 

Aplicaciones con alto valor para el negocio pero baja calidad técnica. 

Aplicaciones con bajo valor para el negocio y baja calidad técnica. 

Para obtener más información sobre este tema, consulta nuestra publicación de blog sobre cómo definir una estrategia de inversión con tu cartera de aplicaciones  sólida.

Realizar evaluaciones periódicas de tu cartera de aplicaciones es fundamental para mantenerte al día con los mercados que cambian rápidamente y dar cabida a nuevas innovaciones. Al hacerte las preguntas correctas y evaluar sus aplicaciones en función de su aptitud para el negocio y TI, puedes identificar su valor y calidad y, en última instancia, guiar tu cartera con la estrategia de inversión adecuada.

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