Introducción

La transformación digital nos rodea y está cambiando casi todos los aspectos de nuestras vidas.

Los minoristas están adoptando el comercio electrónico, utilizando los datos de los clientes para personalizar las experiencias de compra y aprovechando la IA para gestionar eficazmente el inventario. En la sanidad, las visitas virtuales se han convertido en algo habitual, los historiales médicos digitales simplifican la gestión de la atención al paciente, la IA ayuda al diagnóstico y los dispositivos wearables permiten un seguimiento de la salud las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Los fabricantes están adoptando «fábricas inteligentes» con sensores que rastrean el rendimiento de las máquinas, IA que predice las necesidades de mantenimiento y procesos de producción racionalizados. Incluso la banca ha evolucionado con aplicaciones digitales, roboasesores, blockchain para transacciones seguras y ciberseguridad mejorada.

Todos estos cambios forman parte de la transformación digital, en la que la tecnología hace algo más que añadir comodidad. La transformación digital adopta diversas formas, cada una de ellas adaptada a las necesidades y objetivos específicos de la empresa. Exploremos los cuatro tipos clave de transformación digital que hacen posibles estos avances.

Cuatro tipos de transformación digital

La transformación digital se suele clasificar en cuatro tipos principales, cada uno dirigido a una parte diferente de la organización, aunque a menudo trabajan juntos para crear una transformación completa.

Transformación de procesos

Enfoque: Racionalizar los procesos internos para aumentar la eficacia, reducir costes y mejorar la productividad.

Ejemplo: Automatizar tareas repetitivas con Automatización Robótica de Procesos (RPA), utilizar IA para predecir las necesidades de mantenimiento en la fabricación o aplicar analítica de datos para gestionar mejor el inventario.

Objetivo: Agilizar y hacer más eficaces las operaciones, reduciendo el trabajo manual y mejorando la precisión.

Transformación del modelo de negocio

Enfoque: Cambiar la forma en que la organización aporta valor, vende productos o genera ingresos.

Ejemplo: El paso de Adobe de vender software a ofrecerlo a través de suscripciones, o el giro de Netflix del alquiler de DVD al streaming de contenidos originales.

Objetivo: Crear nuevas formas de ganar dinero y seguir siendo competitivos, a menudo cambiando los medios para acceder a productos o servicios, alterando en última instancia el recorrido del cliente.

Transformación de sector

Enfoque: Entrar en nuevas áreas de negocio o industrias con herramientas digitales.

Ejemplo: La expansión de Amazon desde el comercio minorista online a la computación en la nube con AWS, o el paso de Google a los coches autoconducidos con Waymo.

Objetivo: Abrir nuevas fuentes de ingresos y entrar en nuevos mercados, a menudo más allá del ámbito original de la empresa.

Transformación cultural y organizativa

Enfoque: Dar forma a una cultura que apoye el cambio digital a través de la agilidad, la colaboración y la innovación.

Ejemplo: Fomentar el trabajo en equipo en todos los departamentos, utilizar métodos ágiles, promover decisiones basadas en datos y mejorar las competencias digitales de los empleados.

Objetivo: Crear una organización adaptable y resistente, preparada para evolucionar con la tecnología.

Estas transformaciones permiten a las organizaciones adoptar el cambio digital, mejorando sus operaciones, mejorando la experiencia del cliente y abriendo nuevas oportunidades de crecimiento.

Hoja de ruta de la transformación digital en cinco pasos

Una hoja de ruta para la transformación digital es una guía paso a paso que ayuda a las organizaciones a pasar de donde están ahora a donde quieren estar en un mundo digital. Desglosa los grandes objetivos en pasos más pequeños y manejables, garantizando que cada esfuerzo se alinee con la estrategia global de la organización. Piense en ella como en un mapa para un largo viaje: muestra el punto de partida, el destino y las paradas clave en el camino.

Al utilizar un enfoque estructurado basado en principios como la Arquitectura Empresarial (EA), la hoja de ruta identifica lo que se necesita, ya sea nueva tecnología, procesos actualizados o cambios en la forma de trabajar de los equipos. También ayuda a priorizar lo que hay que abordar primero, hacer un seguimiento del progreso y garantizar que los recursos se utilizan de forma eficaz. Este enfoque organizado y escalable mantiene la transformación en el buen camino y garantiza que cada paso tenga un impacto real y duradero.

Un ejemplo de hoja de ruta para la transformación digital en ADOIT

A continuación, describimos los pasos clave para construir e implementar una hoja de ruta de transformación digital exitosa, asegurando que cada fase esté claramente definida, sea procesable y esté alineada con los objetivos de su organización.

Definir el ámbito de aplicación:

  • Identifique los objetivos, capacidades o aplicaciones que se van a transformar.
  • Siente las bases del proyecto de transformación.

Definir los requisitos:

  • Describa las tecnologías, recursos y procesos específicos necesarios para alcanzar los objetivos de transformación.

Priorizar los requisitos:

  • Clasifique los requisitos en función de su impacto e importancia para la transformación global.
  • Céntrese en los cambios de alta prioridad que impulsan los resultados.

Planificar los requisitos:

  • Desarrolle una hoja de ruta detallada con plazos, presupuestos y asignación de recursos para cada requisito.
  • Asegúrese de que cada fase es factible y está en consonancia con los objetivos empresariales.

Seguimiento de los requisitos:

  • Supervise los progresos, medir los resultados y asegurarse de que el proyecto sigue su curso.
  • Ajuste las estrategias y los recursos en función de los resultados y la información recibida.

Plan de Acción para la Transformación Digital

Un plan de acción de transformación digital es una guía práctica que traduce las ideas de alto nivel de su estrategia de transformación en pasos factibles y manejables. Una vez definido el alcance, fijados los objetivos y trazada la hoja de ruta, el plan de acción se convierte en la herramienta de ejecución. Desglosa cada objetivo en tareas específicas, asigna responsabilidades, fija plazos e identifica los recursos necesarios. Por ejemplo, puede implicar la selección de la tecnología adecuada para un nuevo proceso, la formación de los empleados en nuevas herramientas o el rediseño de los flujos de trabajo para mejorar la eficiencia.

Este plan garantiza la alineación de todos los equipos, manteniendo la atención de todos y asegurando que no se pasa por alto ningún paso crítico. También ofrece flexibilidad, lo que permite realizar ajustes si algo no funciona como se esperaba o simplemente hay que perfeccionarlo. En última instancia, el plan de acción sirve como brújula para su viaje de transformación, guiando a su organización a través de cada fase del cambio, de principio a fin.

Resumen

La transformación digital es un viaje que requiere una cuidadosa planificación y ejecución. Si comprenden sus componentes clave y elaboran una hoja de ruta clara, las organizaciones pueden adoptar el cambio con confianza. Cada paso adelante aporta nuevas oportunidades para innovar, mejorar las operaciones y ofrecer mayor valor, garantizando el éxito a largo plazo en un mundo cada vez más digital.

Descubra una visión práctica de los cinco pasos esenciales para elaborar con éxito una hoja de ruta para la transformación digital

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